
Hoy día festivo y a las siete de la mañana estábamos en el pesquero y como siempre algo de spinning sin resultado, solo algunas cabrillas que al llegar los señuelos al veril asían de las suyas atacándoles. Luego con los primeros rayos de sol armo la caña de boya y es a los pocos lances cuando me come el primer jurel, luego a media mañana llego la segunda picada del día, esta vez mi padre que capturo una Chopa que no pudo ser liberada por haberse tragado el anzuelo completamente y mientras aun celebraba su captura, entre algunas risas, me llego de nuevo la suerte y una fuerte arrancada hacia el fondo me hizo pensar en un nuevo jurel, el instinto no fallo y tras unos minutitos de lucha ya estaba en tierra.
Y desde aquí también quiero animar al compañero Corroncho que hoy nos acompaño y estuvo todo el día lanzando señuelos de todas clases pero no hubo suerte, tranquilo que el bicho esta cerca. Y como no ha todos los seguidores del blog, mucha suerte en sus jornadas de pesca.