


De nuevo una caña con una caballa viva al agua y continuamos pescado. Esta vez se hace de esperar y es a la hora cuando suena la chicharra, con un sonido espectacular. Es mi turno cojo la caña entre las manos y ajusto el freno, algo hay al otro lado que no para de sacar metros de hilo con una fuerza descomunal, hasta que para y comienza un tira y afloja, medio metro de hilo para él y medio para mí, así durante una eternidad de lucha que se alarga durante mas de veinte minutos, finalmente se deja subir y nos da la sorpresa esta bonita Raya. Fotos y a seguir viviendo.
Continua la jornada y llega la hora de mis compañeros, Primero Fran capturando un primer Gayo y seguidamente Conrado un segundo seguramente su pareja, estas capturas terminan alegrando la jornada.
Para terminar de estas dos jornadas me quedo con unos fantásticos momentos y recuerdos, que serán inolvidables.