Hemos podido visitar nuestras mejores piedras y hacer Jigging en algunas que nunca lo habíamos hecho. No nos han defraudado y han dado sus buenos frutos.
Comenzamos en las mas lejanas y ya en las primeras derivas se notaban el ataque de algunos depredadores, pronto subían a bordo algunos Bocinegros y Cabrillas que nos sorprendían, hasta que de pronto un fuerte viento nos hizo ir a veriles mas cercanos.
Ya en una nueva marca dejo bajar el jig y veo que se acelera la salida de hilo, cierro el pick up y clavo... una fuerte carrera hace que los discos de freno echen humo y de pronto rompe el bajo con alguna piedra. Nos quedamos con caras de tonto pero volvimos a insistir.
Un rato sin actividad y decidimos volver a puerto.Al día siguiente volvemos a por más y vamos a las piedras del día anterior. Al poco rato comienzan las picadas, se dejan ver algunos Loquitos muy luchadores y nos van entreteniendo la mañana.
Finalmente decidimos volver a puerto muy agotados por el calor, pero antes nos acordamos de una piedra y vamos a visitarla.
A los pocos descensos mi caña se dobla y comienza un tira y afloja, pienso ¡Este no se puede escapar! Poco a poco comienzo a bombear y veo una sombra negra asomar, rápidamente lo acerco al barco y veo un bonito Abade de cuatro kilos que nos alegra el día.Con el día hecho e ilusionados con las capturas, nos volvemos a tierra con una sonrisa de oreja a oreja.


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